El año pasado estaba poniendo mi granito de arena para la celebración de este día. Que mejor manera de hacerlo que bailando en el Estadio con mi Escuela Keydance y por la causa.
Justo al mes me diagnosticaron "cáncer de mama". Al recibir la noticia pensé, las ganas que tengo de curarme es más fuerte que lo que quiere derrotarme, así que adelante. Comunicarlo a la familia quizás fue lo más duro, sobre todo a mi hija. Pero tenía que hacerlo, tal cual, sin quitarle letras. Les expliqué todo el proceso de tratamiento que el cirujano ya me había explicado, que no sería fácil, pero que todo lo iba a superar con su apoyo.
Llegó la tan temida caída del cabello, las nauseas, llagas en la boca, la debilidad y las continuas visitas al hospital. Te deja en el cuerpo, en la cara y en el alma, visibles señales de su paso.
En cada uno de los tratamientos me sentía que caía pero a la vez tenía fuerzas para levantarme. Si algo tiene esta enfermedad es que te freno de golpe la vida. Pero aún así, he sacado mi mejor sonrisa. Que todos y todas vieran que hoy era más fuerte que ayer. Mi actitud positiva, siempre me ha acompañado en todo mi proceso, estoy en la recta final y pienso, volviendo la vista atrás, no ha sido fácil, pero lo logré y grito muy alto , a las que lo vencieron, a las que seguimos luchando y a las que luchará "SI SE PUEDE".
Ha sido un largo año, pero aquí estoy agradeciendo tantos ojos de amor que me observaban, tanta mirada de cariño, saber que estaban conmigo en cada momento.
Este año vuelvo a celebrarlo bailando; bailando de la mano de una sonrisa, abrazando la actitud, dando un giro a la enfermedad y siempre al compás de la vida.
Y como decía la canción que aquel día baile: "Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba y disfruta las cosas buenas que tiene la vida."
Firmado: Orgullosamente una Guerrera
Queremos también dejarte unos enlaces donde puedes ver a Rosi en las entrevistas de estas últimas semanas, en varios medios de comunicación.
Rosi es una de las guerreras de nuestra Escuela, lleva años bailando en la categoría premium de los grupos de competición que tenemos. Alguien a quien todos queremos muchísimo, porque ella tiene el don de estar siempre y para todo y todos. Si se nos cae un botón diez minutos antes de salir a bailar al escenario, si te duele un poco la barriga porque mañana compites, si se te rompe el pantalón, si hay que organizar un recogida de dinero para vestuarios. Rosi, sus diez mil manos y sus diez mil soluciones, su paciencia eterna y sus ganas de ayudar. Esa es nuestra guerrera. Al coger su texto en las manos y leerlo por primera vez para después poder transcribirlo aquí, sonrío. Cada palabra que leo me insufla fuerza, positividad, ganas de vivir y por eso no puedo dejar de sonreír mientras leo. Cuando lo transcribo solo pienso... lo sabía. Sabía que todas y cada una de las batallas las ibas a hacer tuyas, que esta guerra la ibas a ganar Tú.
Tienes razón, las secuelas de esta enfermedad dejan cicatrices en el cuerpo y en el alma. Cuando mires las tuyas míralas con orgullo. Son las cicatrices de tu victoria. Las señales de que luchaste y venciste. Un recordatorio para ti y para todos de lo valiente que has sido, que eres.
Muchísimo ánimo y mucha fuerza para esta recta final, nunca lo dudé... "Si se puede".
Firmado: "Una admiradora, ni secreta ni silenciosa
que nunca dudo de tu victoria."
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