He alcanzado el corazón de las más pequeñas. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que mis enseñanzas y mi ejemplo han llegado a todos lados, incluso a las más jovencitas de la Escuela. Porque sin remedio alguno hasta ellas han acabado cayendo en la tentación, y han acabado cotilleando. ¿No me creen?
Pues miren ustedes mismos, reunidas en corrillo, hablan bajito...
Y se sorprenden cuando las pillamos. ¿Qué hacían? Pues cotillear, si es que esta claro. Nadie se resiste al encanto de este arte ancestral del cotilleo. Acabaréis cayendo todos en mi saco, lo sé...
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