Ahora mismo me encuentro en Barcelona, molida tras horas de reciclaje y entrenamiento, y absolutamente encantada de sentirme tan molida. Porque sé que mañana me volveré a levantar con ganas de más. Levantarse cada día con motivación es súper importante. Con predisposición a... Con ganas de... Con fuerzas para... Eso es lo importante. Levantarse con ilusión. Ya sean viejas, nuevas o renovadas. Establecernos metas cortas, metas diarias. Escríbelas en un papel si te ayuda, y escribe debajo de cada una de ellas los pequeños pasos que tienes que ir dando para llegar a esa meta. Tacha cada uno de los pasos, propósitos o metas que vayas consiguiendo. Eso te reforzará y te animará a seguir. Sé dura, sé como una roca, porque tu cuerpo probablemente no este a favor de ponérselo fácil a tu cabeza. Querrá descansar, querrá dormir, querrá usar ese sillón y esa manta que tienes delante en este día perfecto para tumbarse. Pero la realidad es que en aquel sillón que tienes delante y con aquella manta, no conseguirás más de lo que tienes ahora. Y cuando te levantes probablemente solo tengas la misma sensación de cansada que tenías antes de acostarte, y tendrás que sumarle la insatisfacción y el desencanto de no haber hecho nada con el día de hoy. Por eso cuando me fallan las ganas y las fuerzas para levantarme, leo estas palabras y las repito dentro de mi cabeza las veces que hagan falta hasta levantarme del sillón. La posibilidad de convertir este día en un día diferente esta dentro de ti. Buenas noches a todos. Sed muy felices.
Se un lobo.
Se un león.
Establece metas.
Véncelos.
Se fuerte.
Se el mejor.
Muestra quien eres.
Nunca pidas disculpas por ser tú.
Manténte positivo.
Mantén el rumbo.
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